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Mieles para todos los gustos

Existen una gran variedad de mieles, tantas cómo plantas puedan polinizar las abejas. Aquellas que tienen una tonalidad más verdosa provienen de plantas coníferas, cómo el romero las más blanquecinas, de la flor del naranjo, y las doradas de las leguminosas.

Las propiedades nutricionales de cada tipo de miel también varían dependiendo del polen que las abejas han utilizado para producirla. Todas las mieles tienen un gran valor nutricional: no aportan grasas. La miel es un producto muy energético, especialmente indicado para las personas mayores, los niños en edad de crecimiento (A partir de los 18 meses) y los deportistas.

Para conservar todas sus propiedades debe guardarse siempre en un recipiente hermético y con poca luz directa. Con el frio cristaliza pero no pierde sus propiedades. Para devolverle la viscosidad normal, ponerla al baño maría un momento.
En la gastronomía están indicadas  tanto en repostería cómo para preparar carnes.