Sus formas alargadas y estrechas dan el nombre a esta exuberante alga parda, muy sabrosa y frecuente en litorales profundos con aguas agitadas. Rica en fibra, destaca su excepcional contenido en hierro y un gusto que recuerda la sepia. Tanto cruda como cocinada, por su textura y sabor, es una de las algas con más personalidad y más éxito entre las variedades atlánticas.
¿Cómo la podemos consumir?
Cocinada: Hervida con otras verduras al vapor 2-30 min. O bien con arroz, guisos, rehogados, relleno de empanadas y pizzas.
Frita: Como calamares rebozados. Escaldar primero, rebozar, freír y regar con limón.